Muchas veces oímos hablar de la salud digestiva y la importancia de prestarle atención, pero, ¿que es realmente la salud digestiva? Se trata del estado y buen funcionamiento de nuestro aparato digestivo el cual dispone de un diseño perfecto para cumplir la misión que tiene encomendada: extraer de los alimentos las materias primas que servirán tanto para producir la energía que necesitamos en la actividad diaria como para fabricar y generar los elementos que conforman los distintos órganos y sistemas de nuestro organismo.
En los últimos años una de las principales molestias a las que se enfrentan hombres y mujeres son los problemas digestivos que muchas veces se manifiestan en una hinchazón molesto. El estrés y la ansiedad provocados por estar en casa durante muchos días también ha afectado negativamente sobre éste.
Hoy les traemos algunas recomendaciones para mantener el aparato digestivo sano:
Una dieta variada con alimentos ricos en:
- Vitamina A presente en las espinacas o zanahorias.
- Vitamina D que encontrarás en los huevos y pescados grasos.
- Vitamina E en el aceite de oliva y frutos secos.
- Vitamina C en las naranjas y fresas.
- Vitaminas del Complejo B.
- Minerales como el zinc y selenio presentes en las carnes rojas, de ave y frutos secos.
Todos estos nutrientes favorecerán el buen estado nutricional y fortalecerán el sistema inmunitario.
Comer despacio y masticar adecuadamente.
Cenar pronto: mínimo dos horas antes de ir a la cama.
Evitar el consumo excesivo de alcohol.
Hidratación: beber agua es fundamental para que el tránsito intestinal pueda realizar su trabajo de la manera más eficaz.
Ejercicio físico: la práctica de deporte acelera el metabolismo por lo que favorece a que las digestiones sean más rápidas y mejore el tránsito intestinal.
Mantener un horario y no saltarse ninguna comida.
Existe una estrecha relación entre el cerebro y el intestino, llegando a conocerse éste último como nuestro segundo cerebro. El 95 % de la serotonina, unos de los neurotransmisores más importantes del cuerpo, se encuentra en el intestino. Este sistema neuronal permite que el estómago y el intestino se adapten a lo que ingerimos pero también es un sistema de alarma que nos avisa cuando algo va mal.
La salud digestiva depende así del equilibrio entre nuestro cerebro y nuestra función digestiva, que a su vez se ve influenciada por la dieta. Una normalidad del sistema digestivo hará que desaparezca el hinchazón, regulará la actividad sensitiva y motora, siempre y que se mantenga una dieta adecuada a la vez que se conseguirá restablecer el equilibrio emocional.
Además, mejorando la salud digestiva veremos cómo resulta más fácil perder peso de manera saludable y obteniendo resultados a largo plazo, sin necesidad de someterse a estrictas dietas.
En conclusión, una buena salud digestiva se traduce en unas emociones positivas necesarias para una vida un poco más feliz.